El escritor, periodista e intelectual mexicano Carlos Fuentes (1928-2012), fue sin duda, un hombre inquieto que gozó de una gran creatividad y producción. Su muerte marcó también el fin de un ciclo en las letras mexicanas.
Por ello, a 30 años de que el autor de La muerte de Artemio Cruz recibiera el Premio de Literatura en Lengua Castellana "Miguel de Cervantes", se sigue considerando que sin Fuentes se acaba una época de oro en la literatura mexicana, que se inició con Alfonso Reyes, Juan Rulfo, Juan José Arreola y Octavio Paz.
Fuentes dio el punto final y cerró con broche de oro ese pasaje.
De acuerdo con información difundida por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Carlos Fuentes, quien recibió el Premio Cervantes el 21 de abril de 1987, en esa ocasión destacó su sentido de pertenencia a la cultura mexicana.
“México es mi herencia, pero no mi indiferencia; la cultura que nos da sentido y continuidad a los mexicanos, es algo que yo he querido merecer todos los días, en tensión y no en reposo. Mi primer pasaporte -el de ciudadano de México- he debido ganarlo, no con el pesimismo del silencio, sino con el optimismo de la crítica. No he tenido más armas para hacerlo que las del escritor: la imaginación y el lenguaje”, expresó el literato aquel 21 de abril de 1987.
En su discurso de aceptación del galardón, el autor de La región Más Transparente aseguró que la cultura literaria de México “es incomparable fuera del universo lingüístico que une a peruanos y venezolanos, argentinos y puertorriqueños, españoles y mexicanos”.
“Puede discutirse el grado en el que un conjunto de tradiciones religiosas, morales y eróticas, o de situaciones políticas, económicas y sociales, nos unen o nos separan; pero el terreno común de nuestros encuentros y desencuentros, la liga más fuerte de nuestra comunidad probable, es la lengua que es retórica, pero también del debate con nosotros mismos, que es poesía”, remató Fuentes.
El destacado escritor Carlos Fuentes, quien murió el 15 de mayo del 2012 a los 83 años, es junto con José Emilio Pacheco (1930), Sergio Pitol (1933) y Octavio Paz (1914-1998), uno de los cuatro grandes mexicanos a los que se les ha otorgado el Premio Cervantes en la misma fecha en que se conmemora el Día Internacional del Libro.