En las próximas semanas, Hamdi Ulukaya estará en México para realizar el anuncio oficial del arribo de su yogurt Chobani a los anaqueles.
Hamdi es el rockstar de la industria de alimentos en Estados Unidos. De la nada, en cinco años erigió un negocio de 1,000 millones de dólares (mdd) y que influye en la dieta de los estadounidenses, incluida la esquiva generación joven.
El año pasado, el yogurt en Estados Unidos logró ventas por 7,700 mdd, 6.2% más que el año previo. Chobani tiene 11.6% de ese mercado y esepra cerrar este 2016 con 1,250 mdd en ventas.
“En cinco años, pasamos de cinco personas [empleadas] a 2,000, y Chobani se convirtió en la marca número uno de yogurt griego [en Estados Unidos]”, dice Hamdi, entrevistado por Forbes México en sus oficinas de SoHo.
Con ese impulso llega a México, donde el yogurt tiene un mercado valuado en 1,500 mdd. Y donde los rivales a vencer son varios: Yakult (una marca de Yakult Honsha), Yoplait (de General Mills, y que en México opera Sigma Alimentos) y la mexicana Lala (de la compañía del mismo nombre), los cuales concentran, en conjunto, 48.6% del mercado, según Euromonitor.
“Como empresario, busco algunos signos diferentes en el mercado, la cocina, el sabor, la manera de comer de la gente y la forma en que percibe la marca; ya tenemos bastante información de todo eso, pero quiero verlo con mis propios ojos”, explica el CEO y fundador de Chobani sobre su visita a México.
Chobani, que en turco significa “pastor”, busca alternativas que compensen la pérdida de impulso que, desde 2013, registra la compañía en Estados Unidos. México es un mercado cercano, la oferta de yogur de tipo griego aún es incipiente y Chobani puede competir aquí sin un gran despliegue de recursos, pues abastecerá desde su planta de Idaho.
Chobani llega, en estos mismos días, a Puerto Rico.
astor de ovejas cuando era niño en su natal Turquía, de joven Hamdi viajó a Estados Unidos para estudiar y terminó por erigir un negocio con la suficiente musculatura para desafiar a las poderosas Danone y Yoplait y darse el lujo de voltear para otro lado cuando PepsiCo ofreció comprarle la empresa.
Su historia empresarial comenzó en una pequeña y olvidada planta de yogurt que había pertenecido a Kraft, ubicada a más de 330 km al norte de la ciudad de Nueva York, que Hamdi compró gracias al préstamo de 1 mdd que le hizo la US Small Business Administration (SBA).
Hoy, su yogurt cubre todo el mercado estadounidense, dejó de comercializarse en Inglaterra pero se elabora y comercializa en Australia. “Lo que amo soñar es en construir, en los próximos cinco años, la compañía de alimentos del mañana, que no sólo hace yogurt sino otros productos”, dice Hamdi.
Cuando Hamdi empezó a trabajar con la vieja fábrica de Kraft, por la que pagó 700,000 dólares, el yogurt de tipo griego apenas captaba el 2% del mercado de yogurt en Estados Unidos.
Once años después, el yogurt griego genera ventas por 3,700 mdd y concentra 52% de las ventas totales de yogurt, según la firma alemana Statista.
Información de Forbes