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Historias
Carpetazo a caso de Dan Cooper
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- - Jul 19, 2016
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Aspecto impecable, de traje negro y corbata. Repeinado, nariz respingada, frente ancha y de gafas oscuras. Su alias Dan Cooper, su verdadera identidad nadie la conoce; pero este atractivo hombre, de unos 40 años en su día, fue el protagonista (y no de Hollywood) de uno de los mayores misterios sin resolver en la historia de Estados Unidos.
En la víspera de Acción de Gracias de 1971, Cooper, desde Portland (Oregon), tomó el vuelo 305 de Northwest Airline con destino Seattle (Washington). Se sentó en la parte trasera del avión, pidió un bourbon con soda y encendió un cigarrillo, según la cadena británica BBC.
Desde el aire, llamó a una azafata para entregarle una nota y le dijo que se sentara a su lado. La joven–quien pensó que se trataba de una proposición sexual– no daba crédito al ver que ese hombre, vestido impoluto, amenazó con secuestrar y hacer estallar el avión con 36 personas a bordo y seis tripulantes, si no le entregaban 200 mil dólares y cuatro paracaídas.
La azafata, de inmediato, llevó el recado al piloto, quien mantuvo el secuestro en sumo secreto e informó a los pasajeros que llegarían más tarde de lo previsto a Seattle debido a problemas técnicos.
Al aterrizar en el aeropuerto internacional de Tacoma en Seattle, Cooper recibió el dinero en billetes de 20 y los pasajeros, en su ignorancia, desembarcaron junto con otras dos azafatas. Una tercera se quedó en el Boeing 727 junto al piloto, quien bajo las órdenes del misterioso hombre, tomó rumbo a Reno (Nevada).
El secuestrador definió lavelocidad, la posición y la altura a la que debían volar, además de pedir que no bloqueasen la puerta trasera. Se ató el dinero al cuerpo y pidió a la azafata dejarle solo.
A tres mil metros de altura, abrió la puerta y desapareció entre la niebla. Nunca más se supo de aquel hombre degustador de bourbon. Ni el cadáver, ni el paracaídas, ni el dinero dejaron rastro entre los estados fríos y montañosos de Nevada y Seattle.
Desde entonces, las portadas internacionales llenaban los titulares con el misterioso caso de “D.B Cooper”, como fue bautizado.Hollywood lanzó la producción Un millón de dólares en el aire y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), tras 45 años de investigación y con un millar de sospechosos en el paredón, obtuvo cero resultados.
De hecho, según la BBC, el agente Frank Montoya anunció el cierre del caso: “Hoy llegamos a la conclusión de que llegó la hora de cerrar el asunto porque, lastimosamente, no hay nada nuevo”.
Cooper descansará en paz. Esté muerto o vivo tomando un bourbon.