El desarrollo de este modelo fue impulsado por Adolf Hitler, el cual quería un automóvil que se acoplara a la familia común de Alemania. Hitler contrató a Ferdinand Porsche para que lo diseñara, lo cual le llevó cuatro años en finalizar.
El diseño original fue inspirado en los coches de Tatra, una empresa checoslovaca que también construía vehículos pequeños. Al darse cuenta de esto, Tatra demando a Volkswagen por robo de patentes, sin embargo, la demanda fue pospuesta cuando la Alemania nazi invadió Checoslovaquia. Aunque después de la guerra el caso fue reabierto y la empresa tuvo que pagar la cantidad de un millón de marcos alemanes, más o menos medio millón de euros.
El diseño se terminó en 1938 pero no fue hasta después de la guerra en 1945 que se comenzó a fabricar. El nombre original fue Volkswagen tipo 1 y se comercializo cómo Volkswagen (el coche del pueblo), aunque se popularizo entre la sociedad con el nombre Käfer (escarabajo).
Las exportaciones de este vehículo comenzaron en 1947 y para 1955 ya habían más de un millón de Escarabajos en circulación. En Estados Unidos se vendió uno por primera vez en 1949 durante una exposición. A pesar de que sólo vendieron 2 coches en el primer año poco después se verían incrementadas sus ventas.
Entre 1950 y 1980 se produjo la versión descapotable en el que se crearon cerca de 300,000 unidades. Con la campaña “Piensa pequeño” de 1959 se elevaron por los cielos las ventas de este curioso coche y fue nombrada por la revista Ad Age cómo la mejor campaña publicitaria del siglo XX.
Fue tan popular que, durante la década de los sesentas, los hippies tenían un Escarabajo gracias a su precio bajo y la facilidad con que se podía reparar. También fue estrella en la película Cupido Motorizado de Disney, en la cual, uno de estos coches tenia mente propia, gestos humanos y era llamado Herbie. Otro momento importante fue cuando salió en la portada del disco Abbey Road de los Beatles.
Pero su fama no terminó ahí, el 17 de febrero de 1972 salió el Escarabajo número 15,007,034 de la fábrica convirtiéndose en el coche más producido de la historia, superando al anterior campeón el Fort Modelo T.
Pero cómo todo lo que inicia debe acabar, en los setenta las ventas cayeron demasiado llevando a la marca a dejar de producirlo en Alemania, aunque en México se produjo hasta 2003. Una gran historia para un simple vehículo y que aun después de 90 años desde sus inicios es recordado como cuando se vendió el primero.