Ciudad de México.- La percepción de corrupción en México, uno de los más grandes lastres del desarrollo en el país, sigue escalando.
En 2017, México cayó un punto en el Índice de Percepción de la Corrupción, un ranking global elaborado anualmente por la ONG Transparencia Internacional.
En 2016, México obtuvo 30 puntos. Un año después empeoró un punto, al alcanzar 29. Esto convierte al país en el peor calificado entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Y aunque haber caído un punto en el índice no suena tanto sí tiene una repercusión grande, pues significa que no solo no avanzó en nada en sus objetivos para acabar con la corrupción, sino que empeoró.
Organismos internacionales y hasta funcionarios han advertido que uno de los factores que más frena el desarrollo de México es la corrupción.
En octubre de 2017, un mes antes de dejar el cargo como gobernador de Banco de México, Agustín Carstens dijo que para alcanzar un mejor desarrollo económico es necesario combatir la impunidad y la corrupción.
El índice, que clasifica 180 países y territorios según los niveles percibidos de corrupción en el sector público según expertos y empresarios, usa una escala de 0 a 100, donde 0 es altamente corrupto y 100 es sin corrupción.
Que el país empeore en el ranking de corrupción es también una mala noticia en términos de derechos humanos y libertad de expresión. En 2017, seis periodistas fueron asesinados en México, entre ellos Javier Valdez, fundador del semanario Ríodoce, a quien dos hombres armados le dispararon afuera de las instalaciones del medio en Culiacán, Sinaloa.
"Análisis posteriores muestran que periodistas y activistas en países corruptos arriesgan sus vidas todos los días en un esfuerzo por hablar", se lee en el estudio.
Sobre las causas de la caída, la organización Transparencia Mexicana lo adjudicó a la resistencias en México por establecer un nuevo sistema anticorrupción.
A pesar de que la ley general del Sistema Nacional Anticorrupción fue aprobada en el Congreso en 2016, aún no se ha designado a las personas que ocuparán los cargos de fiscal y los magistrados.
"Es claro por los resultados del IPC 2017 que la corrupción es un problema institucional. Países como Chile o Uruguay, posicionados a más de cien lugares de distancia de México en el ranking, lo comprueban. Ambos fueron los únicos países de América Latina con calificación mayor a 60, lo cual puede deberse a la presencia de Fiscalías Independientes, con capacidades reales de investigación y persecución del delito", informó Transparencia Mexicana. (HuffPost México)