Ciudad de México.- La participación del secretario de Hacienda, José Antonio Meade, en un conversatorio académico tenía ya un aire de campaña electoral. A pocas semanas de darse el destape del candidato presidencial del PRI, el foro se convirtió un espacio propicio para que Meade delineara su proyecto de país. Una visión optimista que, sin embargo, parecía contrastar con algunos de los episodios más oscuros del actual sexenio.
Fue en estos términos que Meade no dudó en alabar a la clase política mexicana o recomendar "cuidar a sus amigos" para seguir haciendo política pública. Declaraciones que llaman la atención en un país donde el desencanto democrático y el "capitalismo de cuates" promovido por las altas esferas del poder han provocado una profunda crisis política y humanitaria a menos de un año de las elecciones presidenciales.
Alrededor de 600 personas se dieron cita en el auditorio principal del Tecnológico de Monterrey campus Santa Fe para escuchar al secretario que ha acaparado los reflectores desde aquella asamblea nacional del PRI en que se retiraron los candados estatutarios para que pudiera convertirse en el candidato presidencial del tricolor. Relajado y bromista, Meade no tuvo problema para ganarse la simpatía de los universitarios al resaltar su procedencia como egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de México.
"Dicen que el Tec está siendo reconocido cada vez de mejor forma, por su calidad académica, reconocido con premios, reconocido por su investigación. De hecho dicen, que está bastante cerca del ITAM", soltó Meade, desatando la risa entre el público.
¿Cómo te imaginas a México? Fue la pregunta con que abrió la conversación que sostuvo Meade con su excompañero de gabinete, Alejandro Poiré, exsecretario de Gobernación durante el sexenio de Felipe Calderón y actual decano de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey.
Meade resaltó la apertura comercial de México ante el mundo en los últimos 30 años, periodo en que los retos del país han pasado de superar algunos rezagos sociales a resolver problemas cada vez más complejos. "La verdad es que si nos comparamos hoy con lo que discutíamos entonces, somos un país distinto, un país global, estamos entre las 20 economías más grandes del mundo y no hay un debate importante a nivel global que se pueda dar si México no está en la mesa", señaló Meade.
El también excanciller y exsecretario de Desarrollo Social, señaló que a lo largo de su historia, México fue un país "de pocas historias". Primero petrolero, sobre todo a raíz del descubrimiento del yacimiento Cantarell, y posteriormente una potencia manufacturera. El de hoy, es un México cuya economía se ha diversificado en varios sectores: energía, exportaciones, turismo, telecomuicaciones, sector agroindustrial. "Es en esa multiplicidad de historias que tenemos nuestra gran fortaleza", dijo Meade.
Como una muestra de las ventajas de la apertura económica, Meade citó el caso de la caída del Muro de Berlín, donde un país dividido en dos proyectos políticos terminó unificándose con el triunfo del neoliberalismo sobre el socialismo.
"¿Cuál es la lección? Si dos sociedades que eran prácticamente idénticas en todos sentido y separadas por un muro, una política económica, una con una política pública y otra con la otra, claramente se acreditó que una era superior, y la que era superior era la política pública que permitía libertades, que permitía modernidad y facilitaba la participación", dijo Meade antes de resaltar lo que consideró, las bondades de la reforma energética.
Fue entonces que el fantasma de Andrés Manuel López Obrador, el virtual candidato presidencial de la izquierda partidista, se hizo presente en el auditorio, justo cuando Meade consideró que la falta de confianza de la gente en el gobierno mexicano, encabezado por Enrique Peña Nieto, tiene que ver con un problema de comunicación más que con la falta de resultados.
"Efectivamente vemos un retorno de políticas proteccionistas en diferentes partes del mundo. Vemos que políticas nacionalistas regresan y tienen éxito en las elecciones y eso nos obliga a pensar si estamos haciendo buen trabajo de comunicarnos, si estamos haciendo buen trabajo de hablar de porqué algunos rubros, algunas decisiones, valen la pena defenderlas", dijo Meade.
Esto, aún cuando reconoció que parte del descontento social que vive México se debe a que la apertura económica no ha atendido las necesidades de todos los mexicanos.
Fue entonces que el secretario de Hacienda aprovechó la ocasión para "rescatar y reconocer de una clase política que ha sabido construir instituciones dialogando". Instituciones que, de acuerdo con diversos especialistas, se encuentran al borde del colapso o no funcionan adecuadamente.
Y esto, debido a que la corrupción y el pacto de impunidad que imperan en México han mermado la legitimidad de dichas instituciones.
“El diálogo y los acuerdos al país le han traído beneficios. Tenemos una clase política que ha sabido dialogar, que ha sabido consensar”, aseguró el secretario de Hacienda.
"Yo tengo una perspectiva positiva por varias razones. México tiene una clase política que dialoga, que consensa, que enfrenta retos y construye soluciones. Los problemas que tenemos hacia adelante son complejos, pero los instrumentos que tenemos para enfrentarlos desde la clase política, nos permiten hacerlo sabiendo que hemos venido resolviendo problemas igualmente complejos", dijo.
"¿Cuál es nuestro principal reto? Yo creo, como clase política: recuperar confianza, espacios de diálogo, construir un entorno de armonía, irle bajando al encono, porque no hay ninguna solución que podamos identificar en lo técnico o en lo político, que nos vaya a dar buenos resultados si atrás de la propuesta o las soluciones ya implementadas, no hay un entorno de confianza", sostiene Meade.
Esta percepción de malestar la vemos en todas partes del mundo".José Antonio Meade
"No es solamente la desigualdad, sino los privilegios. Los privilegios de cualquier sector que se estima que no se coligen, que no tienen que ver con el éxito que vemos bien y debemos aplaudir, sino con el abuso de una circunstancia que permitió una ganancia que no guardaba relación con el esfuerzo para haberla obtenido", sostuvo.
La respuesta de Meade quizá hubiera resultado más sencilla, si hubiera utilizado la palabra corrupción, una palabra que ha marcado el sexenio pero que el secretario de Hacienda pareciera rehuir a toda costa.
Pero al mismo tiempo, el funcionario no dejó de hacer hincapié en la necesidad de construir un Estado de derecho que, pareciera reconocer, en los hechos no existe.
"El Estado de derecho tiene que construirse. Y su construcción no es sencilla. Pongo un ejemplo. Tenemos derecho a la transparencia desde hace 15 años, constitucionalmente hablando. Eso quiere decir que el gobierno está obligado a transparentar la información que le es solicitada. Ahora, de ese derecho consagrado a que yo me pueda meter en una computadora para encontrar el contrato que el gobierno realizó como ejercicio del presupuesto, hay un gran trecho, una gran necesidad de construcción de instituciones", dijo.
Nosotros hemos pasado en un lapso breve de un entorno en donde el ciudadano no podía pedir (información), a un entorno donde el gobierno hace públicos todos sus contratos para que el ciudadano pueda construir".José Antonio Meade
Las palabras del secretario contrastaban con el caso Odebrecht, luego de que el gobierno federal dio a conocer los contratos firmados entre Pemex y la constructora brasileña involucrada en un escándalo de corrupción a nivel continental, pero ocultando la parte más relevante de dichos contratos. Asimismo, el contrato más grande de Odebrecht en México, se mantiene bajo reserva debido a que fue asignado mediante una filial privada de Pemex, lo cual permite al gobierno mantener en secreto contratos clave para desentrañar la trama de corrupción que involucra a la campaña electoral del presidente Enrique Peña Nieto. Esto sin contar los más de 344 fideicomisos opacos que permiten al gobierno utilizar más de 519 mil millones de pesos de manera secreta.
Secrecía y opacidad que se da también en materia fiscal, aunque Meade resalte lo contrario.
"Nosotros acabamos hacer pública la información de los impuestos de los últimos cinco años. Parte de lo emocionante que ha pasado en estos últimos años es que la economía se ha vuelto digital y el Servicio de Administración Tributaria ya no vive en el papel, sino en el mundo digital", asegura. "La verdad es que con esta riqueza de información se puede ver cómo estamos creciendo casi semanalmente, por actividades, por regiones. El SAT tiene ya tanta información que ponerla a disposición permite productos de investigación sin duda interesantes", sostiene Meade.
Sin embargo, se ha negado a dar a conocer el nombre de las empresas a las que el gobierno de Peña Nieto condonó masivamente el pago de impuestos en 2013, a pesar de que el Instituto Nacional de Acceso a la Información y un Tribunal Federal ordenaron al SAT dar a conocer dicha información. Un caso de opacidad que se suma a las declaraciones que en mayo pasado ofreció Aristóteles Núñez, quien fuera titular del SAT durante la primera parte del actual sexenio, al reconocer que dentro del gobierno "hay muchas formas en las que te invitan a callar sin que te lo digan".
Meade también aprovechó el foro para abordar temas como los retos del TLCAN y el papel de China en la geopolítica global.
Al hablar de la rigidez del presupuesto, el secretario de Hacienda resaltó que en la última década México ha logrado gastar el presupuesto de manera más eficiente.
"Tiene como 10 años que se aprobó lo que se llamaba presupuesto basado en resultados, donde la evaluación del gasto no es que hubieras ejercido los recursos, sino que hubieras alcanzado los resultados que de ese programa se esperaba", señaló Meade. Esto a pesar de que hasta este año, todavía operaban grandes partidas del presupuesto como el "fondo moches" del Ramo 23, o de que, según estudios independientes, 8 de cada 10 programas sociales no cumplen con sus objetivos pero siguen recibiendo millonarios recursos por su rentabilidad electoral.
Cuando los universitarios le cuestionaron directamente por el problema de seguridad, se limitó a responder que para atender el problema es necesario redoblar esfuerzos en prevenir el lavado de dinero y tener una mayor capacidad del Estado para identificar a los ciudadanos. Una respuesta que parecía quedarse corta ante uno de los problemas más grandes del país en el año más violento de la historia reciente de México.
Pero quizá el momento más polémico de la tarde, se dio cuando el secretario Meade recomendó a los jóvenes universitarios "cuidar a sus amigos".
"Cuiden a sus amigos. La verdad es que entre quienes están sentados, si se voltean a ver entre ustedes, así estábamos Poiré y yo hace 30 años. Y la verdad que esa amistad que hemos cuidado por 30 años hoy nos permite seguir haciendo política pública", recomendó el secretario de Hacienda, entre cuyas amistades se encuentran personajes como el presidente del Senado, Ernesto Cordero, y el canciller Luis Videgaray, políticos clave en los dos últimos sexenios.
Al concluir su participación en el foro, Meade fue abordado por un enjambre de jóvenes universitarios ávidos de tomarse la selfie con el bonachón secretario de Hacienda, casi como si se tratara de un preludio de las campañas electorales que concentrarán la atención en 2018.
"¿Banco de México o candidatura presidencial?", preguntó el HuffPost a Meade durante una improvisada y breve rueda de prensa, justo antes de que el titular de la Secretaría de Hacienda decidiera dar por concluidas las preguntas de la prensa. Una pregunta que podría responderse antes de que termine el año. (HuffPost México)