Hay cosas malas en esta época también, los accidentes automovilísticos, los robos, los abusos de las autoridades. En muchas ocasiones hay una pésima atención de las personas del gobierno que tratan asuntos migratorios o aduanales , ellos se dan por igual en ambos países, en los puentes internacionales, cuando no ponen el personal necesario adicional, para poder dar servicio a un número mayor de usuarios que requieren de trámites para pasar de un país al otro.
Hay mucha gente que se deprime grandemente en esta temporada, de hecho, hay muchos suicidios y los psiquiatras y sicólogos se la pasan ocupados. También hay mucha gente que sufre penurias por las inclemencias del tiempo en el norte del país.
Una condición del ser humano es que es proclive a los ciclos. La vida tiene muchos, desde la transición de la noche al día, en donde se renueva cotidianamente la esperanza, los cambios de semana, en donde cada fin de semana se restablecen las fuerzas para empezar un nuevo ciclo. Los cambios de mes. Inclusive, el transcurrir de las estaciones del año. En mi Ciudad Juárez, particularmente, se sienten claramente estos cambios; cada estación es diferente, el invierno, primavera, verano y otoño, tienen luces, olores, vientos, humedades y sequías diferentes. Todo esto renueva el espíritu e impulsa a seguir adelante hacia la otra estación.
Pero el ciclo que es más importante y marca la vida de todos, es el de la entrada de un nuevo año. Así vienen los famosos propósitos de año nuevo, que mucha gente no cumple: “voy a dejar de beber en exceso”, voy a ir a misa todos los domingos”, “voy a dejar a X o Y malas compañías”, “ya no voy a comer golosinas o dejar de mal alimentarme con cosas grasosas”.
Pero también hay muchos propósitos, principalmente de los jóvenes, que sí se cumplen, el de “me recibo este año de mi carrera”, “”en este año nos casamos”, ”voy a subir de puesto”, “seré el vendedor más exitoso de mi empresa”, “empezaré mi maestría”, “construiremos nuestra casa”, “compraré un carro nuevo”.
Lo que debemos aprender de esta temporada, es que cada una es especial, tiene su distinción según las circunstancias de la vida, y como tal hay que disfrutarla a plenitud. Debemos de saborear la temporada, disfrutar la familia a plenitud, continuar soñando en nuestros anhelos de la vida.
Lo que nunca debemos hacer es dejarnos llevar por el pesimismo y la amargura, guardar rencor. Debemos saber tolerar y perdonar, debemos de amar más de lo que nunca hemos amado a las personas que queremos. Solo así continuaremos construyendo.
Sí, se nos avecinan épocas difíciles, es posible que esta adversidad que se presentará por los acontecimientos electorales en Estados Unidos, que puede traernos flujos migratorios enormes y puede haber una suspensión de inversiones y fuga de capitales, pueda ser la ocasión de visualizar nuevas oportunidades nunca antes vistas, de conocer nuevos amigos, de aprender cosas inimaginables, de cambiar planes que nos lleven a derroteros inesperados pero positivos.
Visualizando la vida con optimismo y empuje siempre nos va a dar mejores resultados que si adoptamos una actitud pesimista, tanto en nuestra visión como en nuestro actuar, por lo que por más negro que se vea el panorama y más nubarrones se presenten retadores frente a nosotros, con una buena actitud tendremos muchas más posibilidades de resistir y salir adelante.
Estas son las reflexiones que quiero dejarles para esta Navidad y este Año Nuevo. Deseo sinceramente que todos la pasen muy felices con sus familias, amigos y seres queridos, y que su futuro, que solo ustedes pueden forjar, les depare lo mejor para este nuevo ciclo de vida que empieza.