Si ubicamos a cada uno de los candidatos presidenciales, Trump de un lado, y Biden del otro, nos lleva a plantearnos, cuál sería el destino de los Estados Unidos de América en lo que se refiere a las amenazas externas y en especifico las que conciernen con la seguridad nacional.

Si bien es cierto que los votantes se encuentran ensimismados y extremadamente preocupados por los problemas domésticos, como la economía, la pandemia, los conflictos sociales de corte racista y otros que por su naturaleza invitan a una reflexión exhausta, también es cierto que el entorno global es preocupante y debe de preocupar, hasta los mas acérrimos ciudadanos de corte cultural liberal.

Siendo así las cosas, y por los antecedentes de cada uno de los presidenciables, es posible que se pueda hacer una dicotomía de lo que pudiera gestionar un Republicano vs un Demócrata.

TRUMP:

1.- Sostener los incrementos para los gastos de la defensa nacional, para frenear o detener la proliferación del terrorismo Islámico y la proliferación de regímenes anti-estadounidenses.

2.- Sostener la presión militar y financiera a las economías de los países enemigos de los Estados Unidos.

3.- Sostenerse firme en las políticas para prevenir y detener aquellas acciones contrarias a los intereses legítimos de la nación.

4.- Sostener firmes las políticas con el Estado de Israel y fomentar una lucha común frente a las amenazas de los países vecinos antagonistas a los Estados Unidos.

5.- Sostenerse en las políticas de no ser timorato ni pusilánime frente a las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, para contener políticas erróneas y detrimentales para los Estados Unidos.

BIDEN:

1.- Disminución del gasto de la defensa nacional y más acercamiento con regímenes contrarios que invocan el derrocamiento del Sistema Estadounidense.

2.- Reiniciar el acuerdo nuclear (2015) con Irán y muy probablemente continuar la ayuda económica hacia éste y otros países enemigos.

3.- Regresar a las políticas anteriores de 2009-2013 en el menosprecio de la batalla contra el terrorismo global, estableciendo relaciones diplomáticas con entes terroristas como la Hermandad Musulmana y otras diversas, las cuales tienen afiliados en mas de 70 países, incluyendo en los Estados Unidos.

4.- Sucumbir a las narrativas ideológicas de los países de corte terrorista del medio oriente y de otras partes del globo.

5.- Sucumbir a las narrativas liberales y sesgadas a su favor, de la ONU y de las otras organizaciones internacionales que pretenden la disminución, sino la eliminación de la preemencia de los Estados Unidos.

Como se aprecia, es de imperiosa necesidad que los Estadounidenses tomen en cuenta las marcadas diferencias de los presidenciables en cuanto a la política exterior dentro del convulsionado contexto global.

Los datos duros sugieren que no obstante el actual Presidente es en todo su actuar nada ortodoxo, también se percibe que la economía, aun dentro de la pandemia, se ha movido en el sentido correcto.

Más aún, en cuestiones de corte liberal, como sostener el estado de bienestar de los programas como Seguro Social, Beneficios de Desempleo, Aumento del Salario Minimo, etc., estos han sido beneficiados por el Presidente Trump.